Anonima Geek

Anónima, Geek… bruja, guerrera, libre, liberada. Esta es la historia ficticia de mi particular guerra real.

Nunca seremos iguales

Era jueves hace un rato. Es tarde… hoy me he pasado horas charlando con un amigo que está pasando por un mal momento. Otro de tantos, supongo. Me dijo que echaba de menos las campanas del pueblo, así que salí a pasear hasta el reloj, esperé a las doce de la noche y le mandé el sonido de las campanadas por WhatsApp. Se emocionó. Echa de menos su casa. Pero ahora no puede estar aquí. Ha tenido que marcharse fuera hasta que se arreglen las cosas. Cuestión de protocolos.

Hablamos mucho, la verdad, porque en cierto modo empatizo con su situación. En algún lugar perdido de este blog está la historia de aquella denuncia que puse en su día por malos tratos, cuando fui víctima y, a pesar de haberlo sido en más ocasiones, aquella vez quiso mi agresor rajarme el cuello.

El protocolo de violencia de género en España es muy singular. En primer lugar, tienes que ir a poner una denuncia al cuartel de la Guardia Civil o a la Comisaría, lo que te pille más a mano. Pero cuando llamas al teléfono de la mujer, te dicen que no lo hagas, que para que la denuncia sea realmente efectiva, lo que tienes es que decir que quieres poner esa denuncia y exigir que llamen a Servicios Sociales y a un abogado de oficio especializado. Hasta que llegue el abogado debes mantener el pico cerrado, porque si les cuentas tu versión caótica y confusa, por alguna razón, los guardias tienden a no darle importancia y a escribir lo que les parece.

Una vez puesta la denuncia con la ayuda de tu abogado, se dispara el protocolo de protección a la víctima. Te mantienen vigilada, tienes que estar pendiente del teléfono y localizable. Ellos buscan al agresor, si está en su casa, si se da a la fuga ponen una orden de busca y captura. Cuando lo encuentran, indistintamente de dónde esté, cómo esté y qué explicación pueda ofrecer, lo llevan inmediatamente al calabozo y lo encierran veinticuatro horas. A la víctima se le llama para que pueda dormir tranquila: se la considera a salvo.

El detenido pasa directamente a disposición judicial y se celebra una vista en la que se establecen medidas cautelares hasta que se celebre el juicio rápido: orden de alejamiento, prohibición de contacto, vigilancia, etc. Después, todo es cosa de abogados y de que se defienda el caso y un juez dicte sentencia. Se gana, se pierde o se llega a un acuerdo o lo que sea.

Si buscas «violencia de género» en google, todas las entradas hablan de violencia machista contra la mujer. Esto es porque la ley establece la violencia de género como «todo acto que tenga como resultado el sufrimiento físico, sexual o psicológico de una mujer, cometido por un varón contra su víctima por el solo hecho de ser mujer». No existe la violencia de género sobre hombres.

Los hombres tienen que poner lo que se llama una denuncia por «violencia doméstica». Se abren investigaciones leves, se interroga a los vecinos y a los posibles testigos y familiares, se analiza el riesgo… en internet, buscando, te recomiendan en las páginas de abogados, si eres hombre, que no pongas una denuncia de violencia doméstica contra tu pareja femenina si no tienes un parte de lesiones que indique que ella te agredió, dicen que sin eso la mayoría de los casos son desestimados por falta de pruebas. A veces los jueces sancionan con una multa a la agresora. Pero, indudablemente, las penas por maltratar a tu marido son mucho menores, mucho menos escandalosas y mucho menos radicales que las penas por maltratar a tu mujer.

Escuchando la perspectiva de mi amigo, me sorprendo con mis propios pensamientos. Qué duro es todo. Cuántas veces nos creemos iguales, ciudadanos de derecho, creemos que todos tenemos los mismos recursos, las mismas oportunidades, vivimos en un país configurado por ideales que absorbemos por televisión y por las redes sociales. Hemos asumido que todos somos iguales. Pero no lo somos. No tenemos los mismos derechos, sólo lo creemos. La clase media cree que toda España es clase media. Los ricos creen que sólo existen ellos. Los pobres… bueno, vivimos de otra manera. Y las mujeres queremos ser como los hombres, queremos ser iguales, pero nos defendemos y nos protegemos con más eficacia, con más dureza, con más saña que ellos.

¿Por qué queremos los mismos sueldos, las mismas oportunidades laborales, el mismo respeto, la misma autoridad… si luego seguimos permitiendo que la justicia nos trate como si fueramos princesas y como si ellos fueran simple y llanamente otras personas? ¿Por qué creemos que los hombres no merecen protección cuando les atacan? Puede que los casos de maltrato contra el sexo masculino sean menores que los casos contra la mujer. O puede que sean menos televisados. ¿Es posible que nos estemos engañando a nostres mismes creyendo que los hombres no sufren ni padecen? ¿Por qué seguimos queriendo ver a nuestros compañeros masculinos como seres invulnerables, duros, fuertes, imposibles de dañar, imposibles de herir? ¿Por qué no les concedemos la misma cualidad humana que tenemos nosotras? ¿A caso los hombres no sienten? ¿Qué clase de igualdad hemos construido? No digo que no se nos proteja a las mujeres; sencillamente digo que quizá ellos deberían tener la misma consideración que nosotras. Nunca verás a una mujer pasar veinticuatro horas en un calabozo sólo porque un hombre haya puesto una denuncia contando una historia sin marcas de agresión, sin pruebas verdaderas, sólo con su palabra, sólo con el miedo impreso en la mirada.

No. Nos estamos engañando. En España, en el siglo XXI, no existe la igualdad. No en los entornos rurales, en los entornos empobrecidos, en los lugares a donde la luz de la humanidad no llega porque aquí sólo somos miseria, números, productos, gente sin necesidades ni recursos. No. Existe una España olvidada. Y mientras la mayoría de los españoles procastina en un sofá viendo la tele o haciendo scroll en Facebook, todavía hay en España personas que tienen que pelear contra lo injusto que es vivir en esa sombra oscura, esa parte del país que no sale en las noticias.

Y aquí estamos nosotros. A las dos de la mañana, gravando audios en WhatsApp y tomando notas en un cuaderno para escribir una historia nueva, un cuento nuevo. Un cuento real.

Resulta que mi amigo ha sido exiliado del pueblo a causa de una orden de alejamiento. Todavía no voy a revelaros esa información, no voy a contaros aún si es culpable o no. Queda mucho que narrar antes de eso. Lo singular del caso es que su pareja tiene una casa, tiene una familia y tiene a dónde ir. Pero no se ha marchado. Ha decidido quedarse en su casa. Ese no es el problema, porque podría haberse ido él a la casa de su infancia y cada uno hubiera salido por su lado.

Ella decidió activar el protocolo de seguridad de violencia de género. Dicen que, en España, cuando un hombre intenta poner una denuncia de violencia doméstica, a menudo se encuentra como respuesta una denuncia de violencia de género por parte de su compañera. Si buscas en la red, podrás encontrar esa clase de recomendaciones (si eres mujer) o advertencias (si eres hombre). Así que, después de pasar veinticuatro horas en el calabozo, él está fuera, con medidas cautelares establecidas: no puede volver al pueblo, no puede volver a su trabajo, no puede volver a su casa, no puede volver con sus amigos, no puede hacer vida normal. Echa de menos las campanas de la Espadaña, porque ha pasado los últimos diecisiete años de su vida viviendo al lado de la torre.

Es curioso, lo poco que necesitamos algunas personas para ser felices, para recuperar el ánimo.

«No quiero que se acabe mi vida,» me dice como respuesta a una de las miles de preguntas que le hago para entrevistarle, para sacarle información, para escribir esta nueva aventura, «llevo aquí ya mucho tiempo. No voy a volver a caer […]. Quiero tener vida, no fama«

En España no existe la igualdad, aunque nos la hayan vendido y nos la hayamos creído. Porque en España hay personas que con cuarenta años están despilfarrando su vida, gastando los fines de semana lo que les sobra de la nómina, derrochando en agosto las pagas extra. Pero también hay personas que con treinta y tantos o cuarenta y pocos, ya estamos cansados de pelear, de intentarlo, de buscarnos la vida en un mundo que no nos quiere y que nos escupe constantemente. Y a pesar de todo, en España hay personas que sin tener nada echan de menos el sonido de unas campanas… mientras que muchos españoles no son capaces de darse cuenta de lo que tienen.

Con permiso de mi amigo Punky, voy a intentar ordenar las notas de nuestras conversaciones y voy a intentar escribir una historia. Un poco su historia, otro poco la historia de muchas personas reales. Una de esas historias que están pasando aquí, en España, ahora, y que nunca os las cuentan por la tele.

Deja un comentario

ADVERTENCIA

Este blog es pura ficción, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia y sólo demuestra que tienes un problema severo de autoestima y protagonismo. No seas ególatra!! Se trata de mí, no de ti, por una vez en mi vida.

Además es como la peli del Makinavaja: va a ofender a todas las insituciones posibles habidas y por haber… así que si te ofende, es que hice bien mi trabajo o te autoidentificaste como parte del problema social.

Colaboran y ¡ME SOPORTAN! (no sé muy bien por qué):

Estos chicos se lo merecen más que yo, están ahí siempre aguantando todo lo que no llega a publicarse. Estírate un poco y échame una mano parara poder recompensarles:

Recuento de lectores, cotillas y mirones:

  • 27.585 Entre frikis, lovers, haters, miembros de la Guardia Civil, personajes de mi pueblo, desconocidos y otros paranormales...

La biblioteca!

También me gusta

Si no eres de acordarte de los enlaces, clicka para recibir actualizaciones por correo electrónico.

Únete a otros 121 suscriptores
Asociación Bagauda

Arte, Ecoturismo y Desarrollo Rural Sostenible

AHM_ART

Cultura, turismo y patrimonio histórico en Sierrade Francia y provincia de Salamanca

deGRisel

Creaciones

Un rincón para pensar

Un lugar donde sacar cómo nos sentimos y desahogarnos un poquito

El descanso del Onironauta

"El umbral de tus sueños. Y si insistes, de tus sombras también"

Poesía eres tú

Blog de relatos cortos y poesía.

Cenizas de Aurora

Escribir es una parte distintiva de mi ser. Siempre acudo a la escritura para salir de la realidad y también para entrar y profundizar en ella. Escribiendo analizo y entiendo mejor la vida y sus persona-jes. Escribiendo me suelto, y recuerdo y fijo las memorias. Por primera vez me decido a mostrar lo que escribo: ideas, historias que tejo, que la gente me deja en su tránsito, o me hace imaginar con su actos o palabras, cosas que recuerdo a medias o apenas intuyo, invenciones, literatura procesada, escenas vividas y soñadas, recuentos de dolor y exilio, de abandono y pérdida, de mucho amor mezclado con todo lo anterior. Ojalá me encuentren, se encuentren un poco, disfruten y estos textos los hagan pensar y sensibilizarse. Gracias por leer-me.

Fotografia Artistica

Blog di fotografia: news, fotografia artistica, maestri della fotografia, tecnica fotografica, fotocamere, tutorial Photoshop, corso di fotografia gratuito

Imagenes Educativas

Recopilación de las más interesantes imágenes educativas

REFORMAS Y DISEÑO

En ROLLORCA S.L, ofrecemos una gama completa de servicios de reformas y diseño de interiores para satisfacer todas tus necesidades. Ya sea que estés buscando una renovación completa o simplemente quieras rediseñar el interior de tu espacio, estamos aquí para ayudarte. Nos enorgullece ofrecer soluciones personalizadas para cada cliente. No importa el tamaño del proyecto, nos comprometemos a proporcionar un servicio excepcional y a garantizar tu satisfacción. Contáctanos hoy mismo para empezar a transformar tu espacio.

Aprendiendo Español

¡Dream Big Miga!