Primer jaque, una lección de moral

Shout

Shout

Let it all out

This are the things I can do with out…

Este ha sido uno de los días más largos de mi vida… ¿honestamente?, debería sentirme ¿frustrada? ¿decepcionada? ¿molesta? no sé, se me ocurren mil posibilidades, pero no las siento. En realidad, intento analizar un poco el asunto y me pregunto cómo interpretaría mi situación el común denominador de los mortales si tuvieran que enfrentar la vida desde mis zapatos, en mis coordenadas geográficas, dentro de mi pellejo. Y la verdad es que por más vueltas que le doy, después de todos estos años viviendo en sociedad creo que puedo llegar a la conclusión de que no he pillado de qué va el rollo.

No tengo ni zorra idea de cómo habrían reaccionado en mi lugar, cómo se sentirían, qué harían, qué pensarían. Y lo que me resulta más sorprendente al respecto es que me alivia la leche darme cuenta cuenta de que ni siquiera me importa. Creo que, después de todo, no soy una persona común, ni he tenido una vida ordinaria ni los últimos ocho meses han sido, para nada, algo que te expliquen en los cursillos de primeros auxilios de los capamentos de verano, en las clases de ética de la primaria o en planificación familiar del instituto.

Es más, me atrevería a asegurar que lo que me ha pasado desde que llegué al mundo hasta esta mañana es algo que no debería pasar nunca.

Vivimos en un mundo privilegiado con acceso instantáneo y gratuito a información, con normas, derechos regulados, educación, integración social… se supone que gracias a plataformas como Netflix y a las normativas inclusivas impuestas por entidades que dirigen premios tan significativos como los Oscars nos inculcan tolerancia, comprensión, compañerismo, buen rollo, igualdad y demas valores por el estilo ahora que está tan de moda el rollito guay del respeto y la igualdad. Hay toda una serie de instituciones y lobbys creados y diseñados para dar voz a todos los individuos que se salen del considerado tradicional y fascista patrón caucásico, occidental, cristiano, patriarcal y heteronormativo para evitar que se forme la catastrófica sucesión de eslabones que configura la cadena causal de eventos que han dado forma a mi insignificante existencia.

Come on

I’m talking to you

Come on

Y, sin embargo, parecemos idiotas. Ahora, precísamente, que tenemos la posibilidad de tener ideas propias y buscar y cotejar en cualquier medio con total facilidad de recursos y plena accesibilidad todo tipo de argumentos, investigaciones, textos, ejemplos, referencias que nos ayuden a confirmar, refutar, comprobar e incluso crear y mejorar nuestras posibilidades, parece que nos hemos vuelto más retrasados que nunca. ¿Antifascistas? ¿Feministas? ¿Espiritualidad? Puede que en un incipiente mundo progresista que anda creciendo en pequeños focos por ahí sueltos en el mundo, pero en lo que viene a ser la sociedad actual en el país en el que vivo y en la localidad en la que vivo… ¡JA!

Demasiadas asociaciones y agrupaciones enarbolando estandartes pintados de valores que han perdido completamente su significado sirvendo nada más que de alfombra a los intereses económicos de mentes egoístas y vacías de identidad propia demasiado estrechas para valorar apenas su propia falta de autoestima e insatisfacción personal cuando no simplemente una ridícula avaricia carente de utilidad ni objetivo. ¡Ay, por favor! Si hasta los políticos de turno de lugares pequeños como el mío están más preocupados por la falsa imagen que dan al mundo en busca de acaparar las sobras economicas de un puñado de burgueses aborregados que ni siquiera comprenden ni comprenderán nunca qué demonios están pisoteando.

Hoy he aprendido conceptos esenciales para el sentido de la vida humana. Y ahora me pregunto si las personas implicadas serían capaces de reconocer los roles que han representado voluntariamente, desenmascarando sin quererlo, a través de sus erráticas acciones guiadas por la falta de honestidad, la realidad de la que han pasado toda la vida huyendo para no enfrentarse a su propia verdad, enfadados conmigo por no creer en aquello que promueven pero evidentemente no defienden y frustrados consigo mismos por no querer desprenderse de aquello que tanto detestan.

No, definitivamente, no soy nada común. Y doy gracias por ello. En este momento de mi vida, puedo afirmar, corroborar y ratificar que soy una criatura extraordinaria en el más estricto significado de la Real Academia de la Lengua Española:

Del lat. extraordinarius.

1. adj. Fuera del orden o regla natural o común.

Si te fijas en la definición, estrictamente hablando, no dice siquiera que sea bueno/malo, mejor/peor, eso son sólo juicios de valor que dicen más de quienes los emiten que de aquellos que simple y llanamente somos extraordinarios al uso del término.

De pequeña me decían que rompía el molde y me salía de los parámetros. De adolescente, me decían que estaba como una regadera y que era un ejemplo al corage, a la voluntad, una inspiración. Y resulta que ahora, de adulta, me quieren considerar loca porque os da miedo que tenga razón y que pueda demostrar que la mayoría de los dogmas que nos han inculcado ni siquiera son reales. Hasta hace ocho meses me preocupaba sinceramente lo que pensaba la gente y hasta me esforzaba por cumplir con las espectativas de todo el mundo. Por fin me he dado cuenta de que para lo que realmente me ha servido comprender cómo funciona el mecanismo moral de una sociedad pequeña y limitada que no se permite el lujo de mirar más allá de su inexistente barrera autoimpuesta en busca de aquello que necesita para ser feliz o cumplir sus sueños es para valorar mi propia integridad moral.

Sí, has leído bien, me considero una persona íntegra, con valores morales. No tengo ni puñetera idea de si mis conceptos de lo que es correcto/incorrecto, justo/injusto son los más acertados para el resto de los mortales, pero teninendo en cuenta que he tenido la gran suerte de tener la curiosidad suficiente como para conocer y comprender todo tipo de normas éticas y civilizadas de diferentes épocas, culturas y agrupaciones sociales, puedo decir con orgullo y satisfacción de que, al menos, yo tengo moral.

Puedes contarme lo que quieras, pero la ética sin moral es como una casa sin cimientos… no sirve para nada. Y no es que hoy por hoy hayan cambiado los valores sociales, no es que ahora esté bien visto vender a otros con todo el egoísmo del mundo, almenos antes te vendían por interés puro y duro y en busca de un beneficio real cuyo fin justificaba el medio. Ahora ya ni eso, resulta que los que se llenan la boca proclamando cada día que te quieren y te aprecian por haber estado siempre ahí cuando no sabían a quién recurrir son capaces de venederte sólo para conservar el estado de miseria en el que viven por miedo a tener que esforzarse por conseguir una vida que les produzca un mínimo de satisfacción.

In violent times
You shouldn’t have to sell your soul
In black and white
They really, really ought to know

Those one track minds
That took you for a working boy
Kiss them goodbye
You shouldn’t have to jump for joy
You shouldn’t have to jump for joy

Me pregunto si esas personas dormirán a gusto cuando se meten en la cama, si tendrán la conciencia granquila al terminar el día o si, por el contrario, necesitarán autoafirmarse constantemente en voz alta y tomarse un valium o recurrir al agotamiento físico o a la intoxicación para poder conciliar el sueño. Sea como sea, hay un momento en la vida en el que comprendes que cada ser humano ya ha tomado su decisión. Quienes desean ser lo que deben de ser, lo son. Quienes desean mejorar, lo hacen. Quienes se amoldan a la ruina y a la miseria no lucharán por nadie porque ni siquiera lo hacen por sí mismos, han renunciado a cualquier posibilidad de esfuerzo o cambio siquiera para romper ese frágil equilibrio de hambre y precariedad emocional al que se han acostumbrado… aunque lleven más de veinte años jurándote que te quieren, que te valoran, que eres la única persona en la que pueden confiar, que te apoyan y que están ahí para lo que les necesites. El miedo a perder lo que ni siquiera saben que ni tienen es mucho más fuerte que el ansia de libertad.

Podría haber sido triste hace más de quince años. Pero lo bueno de ser diferente y sentir la curiosidad por encajar y aceptar a las personas de cuyas vidas quieres formar parte, es que observas, prestas mucha atención y tratas de comprender la circunstancia de cada quién. Es cierto que de tres posibilidades básicas una me aterrorizaba, otra me la esperaba y la otra me hubiera sorprendido muy gratamente.

They gave you life
And in return you gave them hell
As cold as ice
I hope we live to tell the tale
I hope we live to tell the tale

Cinco personas me han demostrado hoy (queriendo o sin querer) quiénes son y de qué están hechas. Y sólo dos me han sorprendido.

Una de ellas, que no tengo ni idea de qué coño pintaba aquí (me lo puedo imaginar, aunque no viene al caso), ha sido un clarísimo ejemplo de lo que es tener clase a pesar de todo (y en previsión habíamos preparado todas las posibilidades).

Otra persona, que era una pieza clave, me aterrorizaba profundamente porque por circunstancias que no comprendo ha tomado la decisión de poner distancia y desaparecer de mi vida y, a pesar del motivo que sea el que le ha llevado a distanciarse y a tomarse tiempo lejos de todo este caos, he sabido que ha cumplido con su palabra, una palabra que me dio en octubre justo antes de desaparecer (espero que temporalmente) de mi vida. Tú sabes quién eres si es que lees esto algún día, ojalá volvamos a encontrarnos para que pueda entender qué pasó, eres una de las mujeres más especiales, mágicas, poderosas, íntegras, sinceras y honestas que he conocido jamás y aunque no te veas siempre como deberías quiero que sepas que eres un ejemplo a seguir para el mundo, una inspiración y te agradezco infinitamente toda tu mera existencia en el mundo y la inmensa suerte de coincidir contigo en esta vida.

Una tercera persona se ha quitado la máscara que durante tantos años ha supuesto motivo de ira e indignación cuando se ha visto señalada. Me encanta la gente que se infla diciendo «yo no soy así» cuando en realidad ambas sabemos que sí que eres así, siempre lo has sido. Nos conocemos desde niñas. Te agradezco mucho que hayas acudido y lamento de veras que hayan tenido que enviar las notificaciones vía GC. No lo decidí yo, lo decidió la jueza porque considera que sí que hay un motivo de investigación. Si no te hubieras comprometido desde el primer momento (como otras personas a las que pregunté, se negaron y no han sido mencionadas), habría respetado tu decisión y habría removido cielo y tierra como lo he hecho, como lo estoy haciendo y como lo voy a hacer, con tal de proteger mi vida.

And when you’ve taken down your guard
If I could change your mind
I’d really love to break your heart
I’d really love to break your heart

Quiero que entiendas que mi vida es valiosa para mí y tengo que defenderla a toda costa. Y aquí es donde te explico la diferencia entre la ética y la moral: la ėtica es lo que te lleva a decirme que puedo contar contigo y que te comprometes a ayudarme en público para proteger tus beneficios (sean cuales sean), la moral es lo que me habría llevado a mí a respetar tu decisión de no participar antes de que diera el paso… te dije que iniciados los trámites no hay vuelta atrás. La moral es lo que te ha impedido mentir (cosa que alabo y agradezco con alivio); es lo que hubiera hecho que aceptase tu decisión de no tomar parte a pesar de haberlo prometido porque entiendo que tienes tus motivos, los comprendo y, aunque no los comparto, mereces mantenerte al márgen de lo que tú consideres oportuno y mereces el mismo respeto, la misma tolerancia y la misma aceptación que busco para mí hacía tu individualidad, tu identidad y tu libertad de pensamiento, obra y palabra.

Eres inteligente, tía… siempre has sido inteligente, independiente y luchadora; además sabes que puedes comerte el mundo cuando quieras y vivir la vida que quieras tener dónde, cómo y con quién tú quieras. Si lo que tienes es lo que siempre quisiste, sólo espero que algún día al pasar a saludar por delante de tu puerta el brillo de tus ojos sonría con la misma intensidad que tu boca acostumbrada a interpretar un papel cordial de cara al cliente. No sė si realmente llegaste a considerarme una amiga alguna vez o si todo fue postureo para quedar bien y aprovechar las oportunidades brindadas por mi altruismo, pero quiero que sepas que siempre fui auténtica y sincera, incluso cuando me equivoqué, y que el hecho de que hayas decidido no involucrarte tanto como prometiste en su momento no supone para mí ninguna diferencia. Todos tenemos derecho a cambiar de opinión, a recular, a rectificar… no me importa. Volvería a hacer por ti una y mil veces todas las cosas buenas que he hecho todo este tiempo atrás sin dudarlo ni una milésima de segundo.

Shout
Shout
Let it all out
(They really, really ought to know)
These are the things I can do without
(They really, really…) Come on
I’m talking to you
(They really, really ought to know) come on

Me gustaría darte un par de consejos para el futuro, por si te sirven para no volver a tener que pasar por lo que has debido de pasar dudando, buscando la manera más elegante de retirarte pensando en cómo me iba a sentar o si te importaba cómo me sintiera. Si me hubieras dicho a la cara con sinceridad que has cambiado de opinión en vez de ponerme una excusa tan poco creíble, te aseguro que te habría dicho esto antes y no habría cambiado nada entre nosotras, como no lo ha hecho al menos por mi parte: para no testificar en un juicio, lo único que hay que hacer es recoger la carta certificada el primer día, llamar al Juzgado y explicar los motivos que tengas por los que no quieras testificar, tardan dos minutos en decirte qué tienes que enviar de vuelta para que te excluyan (lo sé porque me ha pasado). Espero que hayas aprendido por tu bien personal que huir de una decisión equivocada, fingir algo que no eres, comprometerte a algo que no vas a hacer o mentir para que alguien que te conoce desde que teníamos catorce años y a quien diste su primer canuto en el parque por miedo a ofenderme, amiga mía, sólo lleva a caer inevitablemente en el saco en el que englovamos a todas esas personas a las que hemos despreciado por hacer lo mismo con más o menos poder. Habría entendido el argumento más ruin y rastrero del mundo si hubieras sido sincera desde el primer momento. A estas alturas ya deberías saber que detesto las mentiras y que no se me puede mentir tan a la ligera.

Algún día publicaré el libro y con él toda la documentación que llevaba preparando para el día de hoy desde que recibí la notificación de la jueza por parte de mi abogada comunicando la lista de testigos oficiales, la fecha y la hora. Como habéis podido comprobar todos quienes estéis leyendo esto y quienes habéis sido citados, nunca os dije quiénes tendríais que presentaros, nunca lo hice público y jamás intenté ponerme en contacto con nadie para saber qué diríais, de parte de quién os pondríais o qué quisiera que dijérais. Sólo os pedí una cosa: no mintais (básicamente, porque hasta yo sé lo que es obstrucción a la justicia y soy plenamente consciente de que mentir es un delito grave que conlleva penas muy serias). Ojalá hubieras recordado que puedes confiar en mí para expresarme tus dudas, jamás te habría obligado… de hecho, repito que yo no lo hice, fue una orden judicial tras tu consentimiento previo.

Una cuarta persona (de mi total y plena confianza) no tenía ni idea de por qué estaba citada y me preguntó mil veces qué tenía que decir para ayudarme, qué le iban a preguntar… y mil veces le contesté que sólo tenía que decir la verdad: si sabía algo, lo que supiera o recordara; si no sabía nada sencillamente eso, «no sé». Eso fue lo que hizo. Y ha sido suficiente.

Un abogado maravilloso me enseñó hace muchísimo tiempo que la única manera de demostrar la verdad es dejar que cada quien cuente lo que sepa o recuerde de lo que le pregunten. Cuando sabes que defiendes la verdad no tienes miedo de lo que puedan decir los testigos, sean quienes sean, y una de las cosas que molan de saber algo de derecho es que hay que pedir siempre la lista de testigos citados para tener tiempo de pensar en todo lo que se les puede preguntar… tanto si son tus amigos, como si no. No se trata de amistad, ni siquiera de lealtad, sino de honestidad, sinceridad y compromiso civil ante la posibilidad de arrojar luz (o no) en una investigación de un delito contra la vulneración de los derechos de otro ser humano. Mi abogada tenía al menos quince páginas de opciones para cada una de las personas en las que le comunicaba todo lo que sé que pudiera ser mínimamente relevante tanto a mi favor como en mi contra, por lo que pudiera pasar.

Todavía estoy esperando la decisión de la jueza, pero decida lo que decida ya no importa. La única cosa que me ha dado más miedo que ningún ser humano es la idea de que mi destino dependa de otras personas sin que yo pueda evitarlo. Esta noche voy a dormir como un bebé. Al fin vuelvo a tener las riendas de mi propia vida, sólo depende de mí. Pero también porque por fin (y ya era hora) me habéis demostrado todo lo que necesitaba saber para confirmar que todavía hay esperanza:

• El amor aparece de las formas más inesperadas.
• No todos tus amigos son lo suficientemente valientes para enfrentar situaciones que se les vienen grandes y no por ello dejan de ser tus amigos. Siempre se puede comprender a quien se sincera aunque sea del temor más ridículo. A los mentirosos no se les puede ayudar.
• Los verdaderos amigos no mienten después tantos años, ni temen a quienes les han dado tanto sin pedir nada a cambio. Supongo que si dejaste de hablarme sería por el hecho de que hasta tú has sufrido sabiendo que no coló. Siempre sé cuándo estás bien o mal, ¿recuerdas? Las verdaderas amigas no se deben nada más que sinceridad, comprensión, respeto, cariño. Indistintamente de los sentimientos que tengas ahora hacia mí o incluso hacia ti misma, no pasa nada, ya lo veía venir y te agradezco que hayas tenido la voluntad de ofrecerme el material que me has ofrecido y de dejarme abierta una puerta. Tú tranquila, encontraré la salida y cuando todo se solucione pienso ir a darte un gran abrazo y un beso inmenso si es que me lo permites porque las personas que queremos de verdad queremos para siempre y sé que no lo has hecho contra mí, sino por ti. Tus motivos son tuyos, yo no juzgo, aprendo.
• Todavía hay honor entre ladrones, como dice el refrán. Creía que era un mito y si bien no somos lo que se dice «amigos«, me da esperanza saber que hay valores de la vieja escuela que no se han perdido. Agradezco infinitamente a quien corresponde que no me hayas obligado a sacar el arsenal de defensa que tenía preparado para desestimar tu posible traición. Me quito el sombrero, has demostrado respeto por ti mismo, que ya es más de lo que se ve hoy en día con tanto cobarde y rastrero suelto ensuciando el nombre de la picaresca, y quiero que sepas que aunque estaba prevenida por si acaso para entablar una batalla limpia y elegante, digna de dos caballeros de la canallería como nosotros, esperaba exactamente eso: que tuvieras clase. Chapó.
• La integridad moral va mucho más allá de los principios éticos. No se trata de la relación que tenemos con las personas, no se trata de que nos cueste o no nos cueste, de que nos de miedo o no, de que estemos bien o mal. Sencillamente, la integridad moral consiste en hacer aquello que se considera correcto a pesar de todo, pase lo que pase y por encima de las circunstancias personales. Si defiendes el derecho a la justicia como ideal para la sociedad con la que sueñas y te comprometes a desempeñar un papel en una lucha por esos derechos, la integridad moral consiste en acudir a tu puesto y cumplir con tu deber. No por mí, ni por nadie, sino por todas las demás personas que sufren que necesitan saber que incluso en las situaciones más difíciles toda esa gente que pone carteles en los establecimientos, promete en público, se manifiesta en la calle y repostea por facebook estará ahí cuando sea preciso, no en la calle sino ante la ley, defendiendo aquello en lo que otros necesitan creer y no impregnando de esperanza mundos mucho más duros, peligrosos y sanguinarios que el nuestro, validando la lucha y el esfuerzo de quienes se atreven a pelear por sí mismas creyendo en la posibilidad del sueño que les vendemos desde las sociedades privilegiadas de occidente, alentadas por la difusión de mensajes sin saber la oscura realidad que esconde la sarta de mentiras que llevan a miles de personas a perder la vida cruzando ilegalmente fronteras convencidas de que mereció la pena intentarlo. Deberíamos ser, como sociedad, un ejemplo a seguir, no una farsa peligrosa y vomitiva que impulse el maltrato y la mutilación de otros.
• Una vida aterrorizada no es una vida… da igual quién o qué nos asuste. Antes de pasarme el resto de mi existencia asustada por lo que pueda pasar o lo que puedan hacerme o lo que puedan decir de mí o la repercusión que los cobardes crean que pueden tener, merece la pena pelear a toda costa, pese a quien pese. Es mil veces preferible luchar y morir que vivir con miedo, he comprendido que sólo aceptando la posibilidad de la derrota se puede vencer. Para merecer la victoria y poder saborearla libre de culpa y de cargo de conciencia hay que estar dispuestos a todo. No importa lo que cueste, nadie debería pasar ni un minuto más sufriendo algo que no se mereces.

Ante el miedo, la duda, el retroceso social hacia ridículos fascismos emocionales (ni siquiera políticos), la coacción, la privación de derechos fundamentales como lo son la libertad, la dignidad, la integridad física, psicológica o moral de las personas no debemos consentir. Morir o matar. Y entre morir y matar, matar siempre. Es imprescindible pelear por la supervivencia para predicar con el ejemplo y educar al mundo, de lo contrario siempre seremos un pueblo oprimido y sin criterio propio ya sea de forma legal implícita o ilegal explicita. Esto es una obviedad, pero por si alguien no lo ha pensado, espero que seais… mejor que eso, espero que comprendais que para tener la vida que merecemos lo primero que tenemos que saber hacer, no de boquilla o de postureo sino con total y absoluta convicción, es respetarnos a nosotros/as mismos/as como personas, como seres humanos, como criaturas de pleno derecho.

Shout
Shout
Let it all out
(I’d really love to break your heart)
These are the things I can do without
(I’d really love to break your heart) come on
I’m talking to you
Come on

Hace ocho meses, tomé por primera vez en mi vida la decisión consciente de anteponerme por encima de todo lo demás, al fin y al cabo, desde mi punto de vista mi vida es mucho más importante que la opinión de personas que ni siquiera intentan optar a aquello que tanto desean y se dedican a agredir a quienes se esfuerzan y privándose a sí mismas de su propia felicidad y jodiendo gratis a los demás.

Encuanto a ti… puede que me tocaran las negras, puede que me hicieras trampas al principio, puede que me tuvieras acorralada, que me hayas robado algunas de las piezas más importantes del tablero. Te diré que no todos tus logros son mérito tuyo, sigo observando y aprendiendo. Este es mi primer jaque, no como el tuyo, que fue un farol. No olvides que hasta el peón más insignificante, ignorado, aislado, despreciado y apartado de todos los demás, puede convertirse en una reina mortal si diseminadas imperceptibles entre las piezas enemigas que pueblan el tablero cuenta con un par de caballos y alguna torre debidamente ubicados. ¿Puede tu dinero comprar y esconder la verdad? ¿Puede el mal vencer al bien? ¿Puede la mentira eclipsarme y destruirme? No. No puede. En primer lugar porque no existen el bien ni el mal, y lo que tú has decidido que es bueno no es más que la reacción cobarde de alguien que no se atreve a aceptarse a sí mismo. Más allá del reflejo artifical de las farolas, aunque tú no puedas verlas y aquellos que no las han visto jamás no sepan que existen, a lo lejos, en la profundidad de las noches más oscuras seguirán brillando las estrellas con paciencia, esperando a que las descubran… por mucho que ocultes la luz y te esfuerces en confundirme, asustarme o desorientarme, los Dioses, la Madre Tierra y la inmensidad del universo tienen infinidad de modos para mostrar el camino a quienes con fé sabemos escuchar sus voces.

Te toca. Sorprendeme… si puedes.

Shout
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These are the things I can do without
Come on