Anónima, Geek… bruja, guerrera, libre, liberada. Esta es la historia ficticia de mi particular guerra real.
Pues… hoy ha sido un día muy largo… probablemente trabaje en varias entradas que ya os iré publicando, algunas para el blog y otras personales. Por lo visto ya no puedo escribir y publicar, sí que era verdad que me han denunciado por el contenido de una de las entradas del blog. Y supongo que detrás de esta vendrán más. Parece ser que ha llegado a manos sensibles y que mis relatos reflexivos han causado alguna ampollita.
Qué curioso. Os parece bien vilipendiar, injuriar, calumniar, criticar y despotricar contra una persona a la que sistemáticamente la dais de lado, os burláis de ella, le inventáis leyendas negras… y cuando encuentro la manera de vivir mi vida con la piel impermeable y logro vencer vuestra inquina hasta convertirla en algo meramente irrelevante que no logra afectar a mi vida laboral, no contentos con ello, os las arregláis para seguir arruinando todos y cada uno de mis esfuerzos por tener una vida independiente, autónoma y al margen de vuestra sociedad, sin molestar a nadie, desarrollando una profesión que me guste.
¿No os cansáis nunca? Ya iniciamos una revolución rural, o por lo menos lo intentamos, tirando de los grupos de mujeres. Pero nunca fue a ninguna parte. Y ahora la revolución ha quedado en agua de borrajas por… ¿miedo? ¿pereza? ¿conformismo?
Sólo tengo 35 años, llevo viviendo aquí ¿cuántos? ¿unos diez? Y sé que os parece que no soy de aquí, que no entiendo la vida rural, el campo, que no me adapto a vuestra cultura. Sí, vale, no he estudiado en el pueblo ni he crecido aquí. Nunca me cortaron la carretera por la nieve y me impidieron ir al colegio. No crecí libre en el parque sin la supervisión de mis padres acostumbrándome a hacer lo que me daba la gana. Os envidiaba por cosas así cuando era una niña, venía en verano y comprobaba lo diferentes que eran nuestras vidas: tuvisteis una libertad que yo nunca tuve.
Mis padres no me obligaron a trabajar en un negocio familiar. No tenían de eso. Así que ni pude ganarme el derecho a pedir que me compraran lo que yo quisiera ni tuve la opción de ganar mi propio dinero para hacer con él lo que me diera la gana. Y en la ciudad, a diferencia de los pueblos, no podía ir sola a casi ninguna parte porque los peligros que acechan a los niños son mucho más graves y siniestros que los que puede haber aquí. Así que yo no tuve la opción de salir sola a mi aire hasta muy mayor… y apenas me dejaban salir unas horas.
Pero siempre veraneaba en el pueblo. Veraneaba aquí y os observaba con envidia, deseando ser como vosotros y formar parte de vuestras cuadrillas y vuestros juegos. Desgraciadamente, mi experiencia personal en la urbe con todas las tragedias y diferencias que la caracterizan no me ayudó a aprender a socializar. Y para cuando pude juntarme con vosotros ya era demasiado tarde. Intenté entenderos, de verdad, y he llegado a aprender muchísimo de vosotros, pero nunca os planteasteis poneros en mis zapatos para comprenderme, ni siquiera me conocéis. No. Yo era la rarita, siempre lo he sido, lo que me convierte de forma automática en la marginal oficial de todos los grupos.
Y a pesar de todo eso, sigo sintiendo amor por el pueblo. ¿Recordáis todo lo que había en los 90? Teníamos sucursales del banco, cajeros automáticos, matadero, panadería, biblioteca, oficina de correos, cuartel de la guardia civil, transporte público diario, huertas en todas partes, colegio, piscina, hostal, restaurantes, médico todos los días, las pistas y caminos estaban limpios, ¿os acordáis de la yincana del camino que bajaba a San Martín? ¿Qué queda hoy de eso? Nada de nada, sólo los edificios que albergaron la vida de un pueblo entero convertidos casi en ruinas.
Me dicen que calumnio todo el sistema de vida de una comunidad entera. ¿De verdad? ¿Me estáis diciendo que cuando venís los fines de semana no os metéis en el bar y os ponéis como cigarras hasta las mil? ¿Que el atractivo del pueblo no se reduce a fiestas tradicionales que acaban siempre en alcohol y música y desfase? ¿que los contratos de la hostelería que se hacen en verano cumplen todas las condiciones legales incluyendo días libres, horario de jornada laboral y cargo de cotización?
Mientras llenamos el pueblo de fiestas, de celebraciones, de motivos para beber y perder la educación y criticar y blasfemar contra las personas que, sencillamente, no compartimos ese estilo de vida y nos dedicamos a otras cosas… ¿qué hemos recuperado de todo lo que habíamos perdido? ¿qué mejoras reales hemos logrado conseguir para atraer a la vida todo el año? ¿cuántas familias han venido de fuera, han encontrado un puesto de trabajo indefinido en este pueblo y han matriculado a sus hijos en la escuela para impedir que se cierre?
Aquí no hay trabajo para nadie ni posibilidades de crearlo. Sólo hay contratos temporales básicos que se rotan entre los que estamos parados si es que queremos entrar en el sector. Y, sinceramente, vivir aquí para mí ha sido una odisea. Me ha costado mucho encontrar una fórmula que me rentara. He tenido que aprender, que sufrir, que esforzarme y que demostrar que puedo aprender en sólo 10 años todo lo que vosotros teníais en casa desde que vinisteis al mundo.
Mi carrera no valía. Así que me esforcé y aprendí. Y cuando nadie quería enseñarme, me maté en la hostelería más terrible para poder pagarme los estudios y aprender a desempeñar trabajos más útiles.
Encontré mi fórmula porque quería vivir aquí. Encontré la forma de compatibilizar trabajos temporales, estudios e ingeniosas ideas. No sólo aprendí a hacer jardines, también aprendí a desbrozar, a vendimiar, a recoger cerezas, a hacer leña… y a amortizar el producto del bosque: setas, aprovechamiento silvestre de todo tipo, caza. ¡Venga ya! Hasta a despiezar jabalíes y corzos he aprendido. Tuve gallinas, huerto… no sé. Creo que hice de todo para estar a la altura.
No contaba con jubilarme pronto, leñe, pero encontré la forma de ganarme el sueldo, ahorrar y obtener gratis recursos que me permitían rentabilizar mis ahorros en mejoras que me ayudaron a crecer y a mejorar mis condiciones de vida. Y puse mis recursos a vuestra disposición.
A saber cuánto dinero he invertido en colaborar con fiestas, con talleres, corriendo con gastos de gasolina, aceite y demás para prestaros la desbrozadora. Incluso los coches. ¿Cuántas veces os he dejado los coches con las llaves y me he desentendido? ¿Cuántas veces os he llevado y traído de los sitios en mi coche sin cobraros la gasolina? ¿Cuántas veces os he hecho el favor de recogeros los encargos y los recados de Salamanca porque ya que iba no me costaba? ¿Cuántas horas he trabajado gratis haciendo, imprimiendo y pegando carteles? ¿Cuántas horas he dedicado a organizar eventos y talleres para contentaros a todos? ¿Cuánto dinero he gastado en llamadas de teléfono y gasolina para organizar y coordinar cosas e ir a buscarlas y traerlas? ¿Cuántas veces os he ayudado a gestionar prestaciones por internet, a apuntaros al paro, a pedir ayudas?
Cuando me preguntaron que qué problema tengo con vosotros me dio la risa, ¿yo? ¿en serio? Yo no tengo un problema con vosotros, me dais igual. Y, con todo y con eso, siempre podéis llamarme y pedirme un favor y nunca los he negado, hasta que os habéis pasado tres pueblos y he tenido que hacerlo por cuestiones evidentes. Y todavía podéis llamarme cuando queráis. ¿Qué problema tenéis vosotrxs? Os recuerdo que sois vosotros quienes me dais la espalda, quienes me criticáis en los bares y quienes me ponéis a parir cuando os mamais. Sois vosotros los que venís a tirarme puyas con sarcasmo para llamarme de todo y echaros unas risas. Lo que pasa es que ahora ya no funciona, porque me he cansado.
¿Tanto os molestaba que hiciera mi vida a mi aire y que buscara fórmulas para dar vida al pueblo más allá de las fiestas y el turismo verbenero? Pues es una lástima, a mí me hacía ilusión que en el exterior dejaran de ver los pueblos como geriátricos llenos de lugareños incultos y borrachos y que los vieran como lugares en los que se puede crecer. Porque es cierto, aquí no hay nada, podemos hacer de todo y hacer cosas grandes que duren toda la vida y que impresionen a las grandes ciudades. Pero o no lo veis o no lo valoráis o, sencillamente, habéis perdido el respeto por lo que es un pueblo y el valor de la vida rural y los recursos que ofrece.
Sinceramente, no sabéis lo que tenéis y lo que estáis perdiendo. A mí sí que me ofende que la gente piense que las mujeres de los pueblos sólo podemos ser amas de casa o limpiadoras, que los productos agrícolas se paguen a precios ridículamente insultantes con el trabajo que cuestan, que digan que no tenemos cultura ni formación, que no sepamos implementar la tecnología para hacer mejoras, que no podamos ascender profesionalmente para optar por una cotización que nos lleve a una jubilación digna, que nos quiten los recursos más básicos como si no existiéramos… el turismo es el medio de vida de una parte de la población, sí, pero el turismo también insulta el medio de vida de otra población que vive aquí todo el año, que se traga los inviernos sin dinero ni recursos y a la que estáis destruyendo.
El turismo traerá dinero para unos pocos en verano, sí. Pero no nos devolverá la escuela, ni la sucursal del banco, ni el cajero, ni el transporte público, ni el médico todos los días, ni la oficina de correos, ni la panadería, ni el matadero… ni ninguna de las cosas que estamos dejando que nos roben a cambio de fiestas, verbenas y comas etílicos a las seis de la mañana.
Da igual quien lo gobierne. Es vuestro pueblo. Como le dije hoy a una amiga, vosotrxs escogéis: puede ser un pueblo que progrese y se llene de vida o puede convertirse en un recuerdo, una leyenda, el cuento de un sueño que caerá en el olvido resaca tras resaca. Ojalá, si tengo que marcharme en busca de una vida más próspera, no me encuentre con un pueblo en ruinas el día que vuelva para recordar el único lugar al que he llegado a llamar hogar.
Arte, Ecoturismo y Desarrollo Rural Sostenible
Cultura, turismo y patrimonio histórico en Sierrade Francia y provincia de Salamanca
Creaciones
Un lugar donde sacar cómo nos sentimos y desahogarnos un poquito
"El umbral de tus sueños. Y si insistes, de tus sombras también"
Blog de relatos cortos y poesía.
Escribir es una parte distintiva de mi ser. Siempre acudo a la escritura para salir de la realidad y también para entrar y profundizar en ella. Escribiendo analizo y entiendo mejor la vida y sus persona-jes. Escribiendo me suelto, y recuerdo y fijo las memorias. Por primera vez me decido a mostrar lo que escribo: ideas, historias que tejo, que la gente me deja en su tránsito, o me hace imaginar con su actos o palabras, cosas que recuerdo a medias o apenas intuyo, invenciones, literatura procesada, escenas vividas y soñadas, recuentos de dolor y exilio, de abandono y pérdida, de mucho amor mezclado con todo lo anterior. Ojalá me encuentren, se encuentren un poco, disfruten y estos textos los hagan pensar y sensibilizarse. Gracias por leer-me.
Blog di fotografia: news, fotografia artistica, maestri della fotografia, tecnica fotografica, fotocamere, tutorial Photoshop, corso di fotografia gratuito
Recopilación de las más interesantes imágenes educativas
En ROLLORCA S.L, ofrecemos una gama completa de servicios de reformas y diseño de interiores para satisfacer todas tus necesidades. Ya sea que estés buscando una renovación completa o simplemente quieras rediseñar el interior de tu espacio, estamos aquí para ayudarte. Nos enorgullece ofrecer soluciones personalizadas para cada cliente. No importa el tamaño del proyecto, nos comprometemos a proporcionar un servicio excepcional y a garantizar tu satisfacción. Contáctanos hoy mismo para empezar a transformar tu espacio.
De todo un poco
¡Dream Big Miga!
Lo que dice la gente: