Lo que es «mentir»

Me llaman mentirosa por decir lo que pienso. Es verdad que tiendo a ser impulsiva y que muchas veces me trolleo yo misma defendiendo causas a lo loco sin plantearme si me estoy equivocando. También soy cabezota y me cuesta mucho trabajo percibir mis errores. No hablo de reconocerlos, eso es fácil, lo difícil es ser consciente de que los he cometido. Cuando creo en algo, creo a morir… y es uno de mis peores y mejores defectos. Malo, porque siempre hay gente que se aprovecha de eso para que enarbole banderas que favorezcan intereses ocultos; bueno, porque cuando creo en una persona, en un ideal o en un objetivo, peleo por esa persona, me dejo la piel en el ideal y hago lo que tenga que hacer para conseguir ésos objetivos. Mi fallo es la falta de sincronización entre la falsedad de quienes me rodean y mi exceso de inocencia a la hora de querer pensar que la gente es buena por naturaleza.

Dicen que tendemos a ver el mundo tal y como somos, que nos proyectamos. Bueno, yo siempre creo en la honradez, honestidad y sinceridad de los demás. Pero no. Está claro que yo vivo en otro mundo.

Así que sí… me he equivocado muchas veces. Y muchas veces me ha dolido el desengaño. Antes, cuando estaba aprendiendo, culpaba a los malos de la maldad en el mundo. Y sí, vale, los malos te engañan y te hacen daño, pero ¿de quién es la culpa? Así que, simple y llanamente, un día empecé a ver el mundo de una forma más práctica, empecé a distinguir y a plantearme lo que de verdad importa. Dejé de pensar en si las personas son buenas o malas y empecé a plantearme qué intereses tienen, qué les motiva. Claro, a partir de ahí he seguido cometiendo errores y he seguido siendo víctima de engaños, mentiras, manipulaciones y demás. Pero ya no me dolía tanto. Porque ya no era la culpa de los demás, ahora está en mi mano gestionar sus acciones. Aprendí que la culpa es mía por querer pensar que cada vez iba a ser diferente y eso me ayudó a vivir mejor. Si me responsabilizo de mis reacciones y tomo consciencia de cómo es la gente, no estoy vendida a las decisiones de otros, sino que tengo el poder de decidir cómo interpretarlos, cómo evitarlos y cómo canalizar sus malas intenciones en la dirección apropiada.

Ya sabes que la gente miente, engaña, hace daño, te traiciona, te apuñala… y que la mayoría de las veces la gente finge que son tus amigos y que todo es muy guay sólo para lograr un fin. Después, en el mejor de los casos, te dejan tirada. Así que, sabiéndolo, llegué a la convicción de que si alguien me engaña, me utiliza o me manipula, la culpa es mía. La primera vez, aprendo; la segunda vez, compruebo y verifico que no ha sido un error y la tercera vez, me sirve para averiguar hasta qué punto me renta esa relación, hasta dónde es útil, hasta dónde podemos llegar. 

Las personas honestas no fingen. Se reconocen fácil porque las personas honestas son como son, tanto si te gusta como si no. Una persona honesta puede caerte como una patada en el culo, puedes no soportarla, pero siempre sabrás de qué palo va. Para lo bueno o para lo malo, tienen claro desde el principio qué toleran y qué no y no les importa expresarlo, no les importa la opinión de los demás. Si no me gusta, no me gusta, no voy a fingir que me gusta para caerte bien.

Yo soy así, soy borde, digo lo que pienso, patino con el ímpetu, suelto las cosas en los contextos menos apropiados con tonos de voz que a veces confunden —socializo mal y a veces pienso para mis adentros y no me doy cuenta de la gente que me rodea—, pero no me cuesta nada decir: «ehhhhh, a ver ¿qué problema tienes conmigo? ¿cómo podemos arreglarlo? ¿qué ha pasado?«. Luego me gustará o no me gustará y a lo mejor pasan tres años hasta que se me abre una luz y lo pillo. Pero aunque tenga mis convicciones férreas, soy de las que están dispuestas a hablar las cosas, a entender y a solucionar problemas. El problema es que cuando lo hablas con la gente nadie tiene nunca la culpa de nada, con lo cual, de nada sirve que yo me esfuerce si los demás siempre son perfectos, nunca se equivocan, siempre tienen razón. Es como comulgar con ruedas de molino: se justifican diciendo que son como son, pero no te aceptan tal y cómo eres… no dan lo que piden, hay que entender a todo el mundo pero nadie tiene por qué entenderte a ti. Así es la vida.

Mis amigxs, que andáis por aquí leyendo, me escribís por Whatsapp, me llamáis, me enviáis memes, me contáis vuestras andanzas… ¿cuánto hace ya? Más de veinte años. Y desde entonces ya sabíais que era especialita. ¿Cuántas veces habéis señalado en la tele al grandísimo Sheldon Cooper y me habéis dicho: “como túuuuuu”? Y encima me he quedado con la cara de Sheldon Cooper porque le entendía el razonamiento y tampoco pillaba el chiste. Y a pesar de todo, sabéis que no sólo no miento sino que encima soy como un detector de mentiras porque os sacaba de quicio cuando éramos unos críos y os destapaba las mentiras delante de los padres o de las novias o de aquel grupito al que queríais dar esquinazo. Sólo los que me conocéis desde pequeña sabéis lo que me ha costado pillar el sarcasmo, los dobles sentidos, la mentira piadosa y todas esas cosas. 

Nah… yo no miento. Si cuento algo que no es cierto es o bien porque me lo he creído o porque alguien me lo ha contado con argumentos de peso o simplemente porque lo dice todo el mundo. Cuidado con los que sí que mienten, esos son el problema, porque igual que mienten sobre mí y vosotrxs les creéis sin comprobar las cosas que dicen, mienten sobre todo el mundo y cuentan mentiras muy peligrosas.

¿Sabeis lo que es mentir?

–> Mentir es cuando te dice un político que creará puestos de trabajo, pasan diez años y no lo ha hecho.

–> Mentir es decir que se han creado trabajos y usar el número de contratos temporales que has hecho a las mismas personas de siempre para corroborarlo. 

–> Mentir es decir que cuando me sabe el agua a cloro son imaginaciones mías y reconocer después en un mitn que había problemas con el dosificador de cloro del depósito de agua.

–> Mentir es cuando te dicen que te van a apoyar y de repente te dan la espalda sin decirte por qué.

–> Mentir es que te digan que están trabajando, cuando en realidad están de esparcimiento y no tienen ganas de ir a hacer lo que sea y prefieren que lo hagas tú.

–> Mentir es decir en público que sólo tengo que llamar para lo que necesite, pero mandarme a la mierda sin preguntarme qué tal estoy porque con el drama olvidé escribirte “buenos días”.

–> Mentir es decir que eres mi amiga y enfadarte conmigo porque no puedo pagarte tus caprichos.

–> Mentir es decir que mañana quedamos cuando ambas sabemos que no vas a molestarte en aparecer.

–> Mentir es decirle a un agente de la guardia civil que no tienes antecedentes cuando te los van a leer en la ficha.

–> Mentir es hablar de un novio que no tengo, de amantes que no tengo y perjudicar la imagen de personas casadas diciendo que nos acostamos sólo porque somos amigos. La cantidad de amigxs que he perdido a causa de vuestras mentiras… aunque bien pensado, igual no eran tan amigxs después de todo.

–> Mentir es que me llamen por teléfono para pedirme presupuesto por un polvo porque la gente va diciendo que soy puta. Qué cara de sorpresa ha puesto más de uno cuando han requerido mis servicios y les he dicho que por treinta pavos pongo yo la motosierra, y no diré nombres porque la mayoría están casados y son maridos ejemplares y respetados.

–> Mentir es tirarte el rollo diciendo que te has acostado conmigo cuando ambos sabemos, no sólo que es mentira, sino que además hiciste el ridículo y te rechacé sin piedad.

–> Mentir es convencer a mi pareja de que le estoy poniendo los cuernos cuando llego a las tres de la mañana reventada de trabajar en un bar para pagar los gastos de la casa porque él se deja las perras bebiendo mientras sus amigxs le envenenan la cabeza.

–> Mentir es decirle a mi novio que me han visto follando en un bar un sábado noche en el pueblo cuando él sabía que estaba trabajando en Salamanca y que dormía en casa de mi madre. Pero como se lo habíais dicho vosotrxs, dio igual lo que yo dijera y al final aquella relación se fue a la mierda por insostenible, entre otros problemas. 

–> Mentir es decir que robé toda una plantación de hierba estando en León, con El Brujo del Páramo y más gente.

–> Mentir es decir que me acuesto con menores.

–> Mentir es cuando te garantizan que si les apoyas apostarán por tus proyectos, que te pases horas al ordenador de gratis, que consigas escribir casi 200 páginas de proyecto con números, presupuestos, datos, estudios… y que te den la espalda porque ya han ganado.

–> Mentir es que te digan que hay demasiados Apoderados en la mesa electoral por tu partido y que te llamen de Madrid para preguntar cómo va la cosa porque eres la única que figura en las listas.

–> Mentir es decir que se están tomando medidas para solucionar las cosas… cuando no se están tomando.

–> Mentir es ir diciendo que he ido, con esta creo que ya son tres veces, a la cárcel.

–> Mentir es decir que yo quemé mis propios coches para llamar la atención. ¿A quién estáis protegiendo?

–> Mentir es que te aseguren que ha sido alguien del pueblo, que te enseñen una foto y un nombre de alguien de aquí a quien no puedes nombrar como sospechoso y que después te digan que no te han dicho eso sin pensar en lo que significa tener que vivir con esa imagen y ese nombre gravado en tu mente, sin saber qué es verdad y qué es mentira, cruzándote con esa persona todos los días y dudando cada vez que te mira.

–> Mentir es decirle a la Guardia Civil que no sabéis nada, que no habéis visto nada, pero contar de todo con todo lujo de detalles –inventados o no– en los bares jactándoos de que lo sabéis todo. Repito, ¿a quién estáis encubriendo? ¿Por qué lo hacéis?

–> Mentir es hablar a voces de un expediente delictivo que no existe, que os habéis inventado sólo para echaros unas risas y darlo por válido.

–> Mentir es decirme el día de marras que sólo habéis venido a preocuparos por mí y enfadaros porque os eché, cuando todos sabemos que a lo único que vinisteis fue al morbo para poder criticarme en los bares, tal y como habéis hecho. Y luego nos ofendemos y me denunciáis a mí por calumnias, como pica el orgullito a veces, ¿eh?

–> Mentir es cuando viene el Japonés a decirme que fui yo la que robó en el hostal porque se lo han dicho en el bar, enseñarle las noticias de la Gaceta con las iniciales de las autoras para demostrarle que es mentira, y que todavía me tenga que comer una bronca por mentirosa, porque vuestra palabra pesa por encima de la verdad.

–> Mentir es decir que siempre me has apoyado, cuando los dos sabemos que fuiste una de las personas que se dedicó a convencer a mi ex el cazador de que le ponía los cuernos y después viniste a decirme a la cara que prostituyéndome como lo hacía no iba a llegar a nada. Te dio igual lo equivocado que estabas, ni siquiera quisiste escucharme. Y claro, me hicisteis puta, y aunque no me acostara con nadie, me he follado a todo el mundo.

–> Mentir es decir por ahí que me han confinado porque me pillaron en una fiesta clandestina y provoqué un foco de COVID durante la pandemia. Que no fue una, por lo visto estuve en tres fiestas ilegales a la vez. Y en vez de preguntarme si el rumor era cierto, me comí la bronca porque lo primero que hicieron fue echarme por contagiosa y hasta que no pregunté de qué iba la vaina no me explicaron el rollo. ¿Yo? ¿Invitada a una fiesta? Pero si a mí no me invitáis nunca ni a pipas por la calle. 

Que por cierto… la más puta de todas, la más descuidada y la que se relaciona con más gente dudosa, pero resulta que fui casi la única que no pilló el COVID, ni antes, ni durante, ni después… y jamás he padecido una ETS, no como otras que van de santas por la vida.

–> Mentir es decir que vas al estanco y volver borracho tres horas después y sin tabaco.

–> Mentir es decir en público que te has comido tooooda la organización de un evento social y agradecer la ayuda, el apoyo y la confianza de la gente cuando todo el pueblo sabe que no hiciste el huevo porque la que anduvo dos semanas corriendo de un lado a otro de puerta en puerta fui yo.

–> Mentir es decir que soy importante en tu vida y pasar de venir a ayudarme cuando te pago las horas para desbrozar una finca porque tienes resaca y no volver a llamarme más que para pedir favores. Pero no es interés, claro que no. La interesada soy yo, que soy la gilipollas que a pesar de todo te sigue cogiendo el teléfono y te sigue echando un cable sabiendo que no puedo contar contigo cuando te necesito.

–> Mentir es decir en la radio que vas a luchar por reivindicar los derechos de la sierra y pasar después de las reuniones para quedarte en tu pueblo cosiendo o pintando por miedo o desidia.

–> Mentir es que te digan “te quiero” y que luego te griten “puta” sólo porque estás triste y no quieres echar un polvo.

–> Mentir es que te digan “cuenta conmigo” cuando les ayudas y no se dignen ni a cogerte el teléfono cuando realmente estás perdida y no sabes a quién recurrir.  

–> Mentir es escribir un manifiesto para leer en voz alta en el que se defiende la libertad y la independencia de la mujer, su derecho a elegir y a que se la respete y que luego las mismas personas que te aplauden te griten por la calle que lo que tienes que hacer es casarte, tener hijos y dejarte de gilipolleces.

–> Mentir es decirte que tienes derecho a protección y que te la nieguen porque no pueden hacer nada. Pero sí que pueden pasarse las horas vigilando la casa de la amiguísima del Sargento.

–> Mentir es que quemen dos coches bajo tu jurisdicción y hacer como que no ha pasado nada hasta el punto de pedirme que no hable de eso con nadie y amenazarme por contarlo.

–> Mentir es decir que es tu amigo, que te importa y que le quieres y darle de beber sabiendo que tiene un problema con el alcohol para sacarle el dinero y reírte de él porque se cae por los suelos y se abre la cabeza contra un trillo.

–> Mentir es decir que el turismo de agosto crea empleos cuando todos sabemos que los únicos contratos que se ofrecen son temporales y son los de siempre, ninguno nuevo.

–> Mentir es decir que te respetan profesionalmente cuando todos sabemos que soy la que menos cobra, a pesar de llevar más tiempo y tener más responsabilidad que el resto del equipo.

–> Mentir es que te digan que te quieren por ser libre y después se dediquen a castigarte, a echarte broncas y a prohibirte que te relaciones con tus amigos o que trabajes en lo que quieras y que te griten cuando llegues a casa porque están celosos y quieren que estés las veinticuatro horas pendiente de la sombra de su rabo. Pero sin dejar de ganar dinero para sus gastos, claro.

–> Mentir es hinchar el pecho presumiendo de ser hombre y tener fortuna y luego gritarme a mí para que te pague los vicios porque no tienes dónde caerte muerto.

–> Mentir es pretender convencerme de que conoces a mis amigos mejor que yo, que son malas personas que quieren hacerme daño, cuando lo que quieres en realidad es aislarme del mundo para que dependa sólo de ti. Por cierto, esos amigos a los que criticabas —me da igual cuál de todas las personas tóxicas y mentirosas esté leyendo esto— son los que están apoyándome y los que están dando la cara por mí.

–> Mentir es que te digan que te están haciendo un favor cuando en realidad te atrapan en contratos precarios que te producen más deudas que beneficios y no puedes hacer nada porque servicios sociales te amenaza con retirarte las ayudas si no aceptas lo que te dan. Ayudas que nunca llegan, vaya.

–> Mentir es que te acusen de hacer vudú para hundir un negocio… o dos.

–> Mentir es que digan que has rajado las ruedas de un coche cuando ni siquiera fue, según tengo entendido, un pinchazo y yo ni sabía cuál era el coche en cuestión.

–> Mentir es decir que me fui a Pucela a follar una semana entera con alguien de aquí cuando ya había contado que me iba con amigos y amigas de León. Pero que me dedicara a hacer el friki con Sony o con otras personas os da igual, ya habéis decidido que fui a follar. Y lo mejor es que me comí yo la bronca de vuestras mentiras cuando no había dicho nada de eso. Me aislasteis por puta y cerrasteis el círculo acogiendo a los artífices de todas las mentiras que tanto os habían molestado. Cuestión de prioridades, supongo.

–> Mentir es decir que invoco al Diablo las noches de luna llena.

–> Mentir es decir que conmigo no se puede hablar cuando mi teléfono está a disposición, he intentado llamar, escribir mensajes y no habéis querido ni contestar.

–> Mentir es atacarme con mensajes agresivos y pretender que te estoy criticando cuando intento aclarar el asunto y en vez de razonar sigues atrapada en tu bucle de acusaciones y amenazas sin atender a razones.

–> Mentir es decir que no pasa nada cuando es evidente que lo que está pasando es muy gordo y deberíamos estar todxs preocupadxs, no de fiesta. Pero, como ya he dicho y ha quedado patente, tenéis otras prioridades.

–> Mentir es ir a la iglesia un día señalado a posturear y burlarte de mí porque no me has visto nunca. ¿Cómo vas a verme, si el que no va nunca a la iglesia eres tú?

Mentir son muchas cosas… y mentirosas son muchas personas y por muchas razones, con muchas motivaciones.

Lo que pasa es que las mentiras están disfrazadas de fiesta y verbena, tienen luces y colores, son brillantes y te seducen con su música. Las mentiras interesan cuando interesan… y las verdades, que van desnudas, gustan menos y cuando os reflejáis en ellas os remuerden la ira y la conciencia. Si aprendierais a rectificar, a reconocer las cosas, en lugar de enfadaros y atacar a los demás por no tener que aceptar la realidad… Sois como el Rey que llevaba aquel traje invisible y el pueblo que le da la razón con tal de no quedar como ignorantes. Hasta que viene alguien de fuera y os dice lo que ya sabéis: estáis desnudos.

Que se identifique quien se reconozca.