No tengo vida
“Tú no tienes vida, vives la vida de los demás, te nutres de ella, engañas y mientes. Das a entender cosas que son peligrosas.” (me he permitido la licencia de reescribirlo para eliminar faltas de ortografía y redacción… me parece una frase gloriosa para el comienzo de un post)
Me encanta la gente que piensa que no tengo vida. O no os habéis leído el blog completo, o no habéis stalkeado mi Insta hasta el final… o sencillamente, queréis hacer por bueno lo que os conviene. Se supone que debería ofenderme cada vez que dicen algo así pero, ¿cómo podría hacerlo? ¿Cómo puede alguien ofender desde la ignorancia a una persona que se conoce a sí misma?
Me gusta que piensen que no tengo vida. Eso lo hace más misterioso, por eso me gusta mi vida, porque es mía y nada de lo que hagan o digan va a poder arrebatármela jamás.
Es como cuando piensan que no tengo amigos y que todas las cosas que cuento sobre mis aventuras son mentiras fruto de la imaginación. Es divertido que piensen así. Podría haber traído a todos y cada uno de los testigos de cada andanza, podría haberos traído a todos y todas aquí a que dierais fe de todo lo que la gente no sabe de mí. ¿Para qué? Ya lo hemos hecho y en lugar de integrarse han decidido mirarnos mal porque sólo nosotrxs sabemos de qué estamos hablando y después se han dedicado a juzgar, criticar o tupir a preguntas incómodas a las personas que vienen conmigo. Además, no se alimentan cerdos con diamantes.
Sólo me ven unas horas a la semana, no me preguntan nunca y se deben de pensar que me paso la vida guardada en una cajita a la espera de que, precisamente, las personas más insignificantes del pueblo me den algo de vida. Piensan que no tengo vida porque no la tiro en el bar, como los demás, no la ahogo en cerveza ni en lamentos ni la enturbio para que pase sin más.
Y sin embargo, tengo cientos de fotos, de postales, de recuerdos y de personas que todos los días me recuerdan cada paso que hemos dado a lo largo y ancho del mundo. He visto, conocido y aprendido cosas inverosímiles, increíbles, grandes y magníficas. Y sé que me queda mucho por descubrir aún. Simplemente no lo sabéis porque no habéis venido conmigo y porque cuando me relaciono con mis amigos tampoco os los llevo para que no los fustiguéis con comentarios incisivos y les amarguéis la noche con bobadas de borrachxs.
Me hace gracia que crean que necesito la vida de los demás para nutrirme. ¿Yo? ¡Precisamente! Cuando voy y vengo por donde quiero sin prestar atención a los comentarios de los demás, que son los que se encierran las horas muertas en los bares o en sus bodegas o casas a inventarme el currículum. Si tengo dinero, porque lo tengo, si me relaciono con alguien lo enturbian, siempre malpiensan, siempre critican, siempre juzgan, siempre rumorean… nunca tienen nada bueno que decir. Siempre lo mismo, fin de semana tras fin de semana: encerrados en el bar, empapados en alcohol y elucubrando sobre los significados ocultos tras cada paso que doy a ver qué historia es más macabra y truculenta.
¿Qué os da más rabia? ¿No saber nada de mi vida? ¿Que siga haciendo lo que me da la gana sin importarme lo que digáis de mí?
Yo no tengo vida.. ¿Y vosotrxs? Habéis tenido que stalkearme por internet hasta encontrar mi blog porque como ya no me veías en persona ya no teníais qué inventar. ¿Soy yo la que vive a través de los demás? ¿O sois los demás los que necesitáis a alguien a quien criticar para sentiros un poquito menos mal? ¿Así demostráis lo irrelevante que soy y lo poco que os importo?
En cuanto a lo de peligrosas… ¿Peligrosas? Peligrosas han sido vuestras mentiras a lo largo de todos estos años: mira cómo han acabado. Ahora, queráis o no queráis, pase lo que pase, acabe como acabe toda esta historia… todxs sabemos que nada volverá a ser jamás como antes.
Hay una escena en la película el Escuadrón Rojo, en Disney+ en la que un compañero blanco pregunta a uno de los pilotos negros si lo correcto es llamarlo «hombre de color». Pues todo esto me recuerda a la contestación del personaje, que siempre ha sido uno de mis chistes favoritos:
Yo soy NEGRO, tío.
Cuanto tú naces, eres rojo.
Cuando creces, eres blanco.
Cuando tienes envidia o te mareas, eres verde.
Si te ahogas, eres azul.
¿A quién llamas hombre de color?
Lo que dice la gente: