El caso… sin caso

Tal y como la Guardia Civil me había sugerido en su momento, llevaba un tiempo esperando al contacto con mis abogados. Nadie sabía qué estaba pasando, yo tampoco lo tenía claro y, lo más aterrador, nadie decía nada. Ni siquiera me daban información oficial ni veraz. Todo era confuso. Pero aquellas palabras rondaban en mi cabeza: «me dijo que ya podías buscarte un abogado». Qué gracia, ¿le habían dicho eso a mi madre y a mí me trataban con evasivas y evidentes signos de abuso de autoridad y presión? ¿Y mis derechos como víctima según ley? De modo que era cuestión de esperar.

En Julio ya había contactado con el bufete y estuvimos hablando. Antes de que se marcharan de vacaciones en Agosto, ya tenían toda la información y toda la desinformación, al menos la que yo conocía y aquella a la que tienen acceso. Pruebas, datos, detalles, nombres, fotografías… todo lo que se me ocurrió. Me dieron un montón de instrucciones que no podía ni puedo revelar y empezamos nuestro viaje a través de la burocracia para resolver todo lo que pudimos. Investigadores, detectives privados, periodistas, informadores, favores personales, etc., movilizamos todo lo que estuvo en nuestro poder.

En Septiembre pusimos en marcha muchos trámites que todavía no pueden ser relevados, pero que ahí están. Entre otros, mi misión era la de llamar a los Juzgados correspondientes para conocer la situación del estado de la denuncia que se tramitó en mayo por la quema de dos vehículos en Sequeros a plena luz del día, según la Guardia Civil, claramente intencionados y claramente contra mi propiedad y no la de nadie más.

La Guardia Civil había usado ese caso para correr la voz sobre una presunta investigación sobre narcotráfico y crimen organizado a través de la Sierra, lo cual era sorprendente, porque parece que han encarrilado el guión de mi libro a la perfección para hacerlo real. Debo de ser buena escritora novelista, supongo. Y casi todos los tumores que contaba la gente, con las preguntas que hace la GC en mi entorno se confunden y se mezclan en la trama que hilé sólo para escapar de la realidad tan gris de lo que es esta mierda de entorno rural y poder hacer algo divertido e interesante para desahogar la imaginación.

No hay caso. Por lo visto, en los juzgados ni siquiera tienen constancia de que hayan quemado dos coches en la Sierra este año. No hay nada. Ni hay causa abierta, ni investigación, ni proceso judicial ni nada. La Guardia Civil había vuelto a mentir y, con ellos, todo el caciquismo que los rodea. ¿Con qué fin? ¿Asustar a gente inocente? Me da que mi primera intuición al respecto no era tan descabellada: qué bonito sería, ¿no? Que pudieran colgarse la medalla de oro unos guris de pueblo y sin formación imputando a una narco-red que opera en su territorio delante de sus narices. Eso les abriría muchas puertas en la capital a la hora de salir de aquí o ascender. ¿Por qué no? Soñar es gratis.

Lo que me preocupa es que de verdad crean pájaras mentales tan grandes sólo por que en sus diminutas mentes atrofiadas por la rudeza de las condiciones de supervivencia rurales no les de para imaginar que cualquier persona puede desarrollar competencias cognitivas e intelectuales mayores. Deben de creer que los escritores, los actores, los músicos, los inventores, los investigadores y todo ese tipo de gente son una especie de hombres súper poderosos de otro mundo que no se pueden conocer en persona. Para ellos, una mujer prejuzgada a la que no conocen no debe de ser ni susceptible de tener el más mínimo atisbo de inteligencia como para poder vivir independiente y crear algo divertido, original y bueno de verdad.

¿Imagináis mi sorpresa e indignación? Acosan a mis amigos, me acosan a mí, me niegan un montón de cosas que tenían según ley que darme, consiguen convencer a todo el mundo de que deben darme la espalda, me privan de mi libertad, de mi derecho a trabajar, de mi posibilidad de salir de aquí, de mi seguridad… y todo para nada porque ni siquiera hay investigación. Parece ser por lo visto que les importa tres cojones quién haya quemado los dos coches. Lo que les interesa, obviamente, es sacarme de aquí, callarme la boca, silenciarme, impedir que haga llegar a las autoridades pertinentes todo lo que sé que está pasando.

Supongo que creen que pueden asustarme así como así. Como si no conociera mis derechos o no leyera o no supiera que existen leyes que regulan todas estas cosas. Así que mientras todo el mundo le da vueltas al asunto del ajuste de cuentas, el proceso para destapar al auténtico autor y para sacar a la luz la mala praxis y el abuso de las autoridades competentes ya ha sido iniciado. Pronto llegará el día en que mucha gente tendrá que dar muchas explicaciones sobre lo que está pasando este año y mientras sufrís sanciones, auditorías, investigaciones y procesos, no podréis impedir mi escalada ni mi ascenso económico y social. Tengo derecho a crecer, como todo el mundo, joda a quien joda. Y ya he decidido prescindir de un entorno tan tóxico y viciado como este.

Como digo siempre: primero nos divertimos todos, luego os divertís vosotros… ahora me toca divertirme a mí. Suerte.