La Constante de Plank y el guantazo que te daba según la física cuántica de mi barrio

La Constante de Planck es una constante física que desempeña un papel central en la teoría de la mecánica cuántica y que define lo que se llama el «cuando de acción» (h) ya que, a causa de que la cantidad denoninada acción en un proceso físico (producto de la energía implicada y el tiempo empleado), sólo se pueden tomar valores discretos*, es decir, múltiplos enteros de h.

*Si queréis saber más a la Wikipedia, que esto va de otra cosa.

La Constante del Guantazo (ideada por mí y la mi prima de abajo der kiosko de la esquina), define exactamente «cuánto te va a doler la ostia que te vas a comer con to mi mano abierta» (👋🏻); como lo de cuánto es relativo y depende de la cantidad de ostias, que son un proceso físico (es decir, un producto proporcional de la suma de estupideces E y el número de veces f que tenga que escucharlas), sólo se pueden tomar valores múltiplos de 👋🏻… vamos que de frente o de canto.

Y aquí viene el meollo de la cuestión:

teniendo como referencia la expresión más básica del ser humano, la Estupidez, la Constante del Guantazo establece una proporcionalidad directa entre la estupidez (E) expresada y la frecuencia (f) de veces que tienes que escucharla después de haber intentado razonar.

Veamos cómo funciona aplicada a la Ciencia Social en Relaciones Intepersonales:

Vivimos a toda pastilla en una cultura superficial y efímera basada en ocultar y evitar lo desagradable, el sufrimiento, lo feo y el castigo para centrarnos en lo que nos resulta agradable, placentero o divertido, especialmente a corto plazo. ¿Qué pasa con la Constante del Guantazo? Pues que por norma general, tenemos la manía de buscar excusas en lugar de soluciones, con lo cual los problemas no se arreglan, persisten, y si tenemos en cuenta que la cantidad de ostias es directamente proporcional entre las estupideces y las veces que hay que oírlas: tenemos como resultado la fórmula perfecta que nos permitiría desahogarnos a ostias en función de las gilipolleces que tuviéramos que aguantar.

Luego cuando se aplica a la vida real surgen los colapsos, como el de anoche… Anduvo ahí ahí medio ayudándome medio no sé cómo un coleguita que de pronto se ha visto superado por la convivencia, se ha puesto insoportable y después de dos meses de intentos varios de comunicación frustrada entre ambos yo no sé ni cómo hemos acabado. Os voy ilustrando.

Mi interlocutor utiliza una suma de estupideces variadas como la AutoJustificación, la Solución Pragmática, el Victimismo y la falsa fe ciega en las capacidades del otro (esa soy yo).

Os cuento cómo va el rollo de la Constante partiendo del concepto de la auto justificación, que es un mecanismo que permite volver a la estabilidad que supone dotar de coherencia creencia y acto, teoría y práctica, es decir, que sirve para contextualizar significados que pasan desapercibidos por el receptor en busca de un entorno semántico común que establezca la base de entendimiento para poder procesar una conversación de mutuo acuerdo con un objetivo común, como resolver un problema de convivencia entre dos personas que piensan diferente.

Si quieres saber más te vas a la Ponti y te pagas mi carrera, que allí te lo explican muy bien.

Fuente para curiosear aquí

Pero la Auto Justificación no se inventó para que pudiéramos explicar al otro por qué soy imbécil y te hago daño una y otra vez y, desde mi punto de vista, no creo que eso sea hacer daño y me la suda lo que tú me digas. Porque claro, como entenderás, a mí la opinión que me importa es la mía, evidentemente. Ahí deja de ser una herramienta esencial de comunicación y pasa a ser una Estupidez (E) y deberian empezar a sumarse las ostias al contador:

Por ejemplo

Cuando preguntas, así como por saber, ¿y mi opinión no cuenta?

Sí, claro, me importa porque te quiero y te respeto.

Pues es que me siento dolida por tal o cual.

Pues yo no lo veo así.

Entonces mi opinión no importa.

Evidentemente, la opinión que me tiene que importar es la mía.

¿Y yo qué?

¡Es que eres muy egoísta! Si yo te escucho, pero como comprenderás, si yo te digo que eso no es hacer daño, pues no sé por qué te quejas.

Conversación real 100%

Lo aluciflipante es que esta conversación ha ido en bucle infinito un mes a través de diferentes formatos.

De forma muy simple, podemos establecer en este ejemplo la proporcionalidad entre la estupidez (opinión egoísta) y su frecuencia con el nº de ostias (E =👋🏻6).

Pero como la frecuencia f , la magnitud de la ofensa λ y la velocidad a la que se emite c, cumplen la función λf = c, podemos expresar E = 👋🏻c / λ.

Quidicí, en crishtiano der común der de mi barrio: las yoyas te tienen que doler tanto como me ofende lo que m’as dicho multiplicado por la velocidad a la que te justificas pa tener razón pasando de mi punto de vista dividido por la de veces que me repites lo mismo como si la tecnica old school del puto disco rallado te diera más razon (lo de dividir biene guay porque si tuviera que repartir toda esa caña con una sola mano ¡au!).

Para que se entienda:

=> si me dices una tontá una vez = una ostia;

=> si me dices una tontá dos veces = dos ostias;

=> si me dices una tontá una vez y luego me dices otra tontá dos veces = tres guantazos y el cuarto por cateto que seguro que has contado mal.

Una vez que se entiende el primer ejemplo, lo que no se entiende es cómo el muchacho no se ha comido las que se tenía que comer si sumamos el resto de las estupideces con la cantidad de veces que he llegado a escucharlas (no te digo dos meses, te digo una sola noche):

Solución pragmática: necesito mi espacio y mi tiempo para repensar en mis cosas y creo que voy a pasar de ayudarte porque veo que lo tuyo no se pasa de un dia para otro y esto de tener que contar con la opinión de otra persona a largo plazo ay, ay. Ostias, tú, que no tenía su espacio ni su tiempo en su casa a la hora que le daba la gana con sus normas ridículas estando yo ya en la furgo a mi rollo (estupidez).

El victimismo de siempre: todo el mundo a apoyar al pobre niño rico que tiene todo lo que quiere porque le ha estallado una neurona siguiendo su propio proceso logístico. Pues vale… y se irá de copas a celebrar lo mal que lo ha pasado pensando en alguien más que no sea él mismo. Anda pahí pal monte. A ver cuánto tarda en llamarme para cualquier cosa que no sea darme mi correo. El muy bruto, se hace la picha un lío, me machaca y se queda tan pinpinelo, como si no me conociera yo su forma de tergiversar los mensajes, las historias y los hechos en las conversaciones según sus intereses (son 10 años, neng, que ya nos conocemos, tienes más cuento que Calleja).

Y la Falsa Fe sobre mis capacidades: no le cabe duda de que no necesito a nadie, soy súper capaz (qué puto guantazo de medio lado tenéis todos, de verdad). En fin, echa tú la cuenta.

Andá y que te dé por el culo un dinosaurio con la porra llena de arena, te guste, se extinga y no puedas volver a repetir.

Marca registrada

Supongo que llegará el día en que me arranque como en los toros y acabe dándole a alguien el cómputo de palos correspondiente. ¿Me aceptará la Fiscalía la Constante del Guantazo como argumento exonerador? No sé por qué me daría a mí por ser simpática y civilizada pudiendo haberme liado a tortas desde el primer día como mi prima la del barrio. Si la gente aquí no es pacífica, es agresora verbal y emocional a full. No sé qué mierda de pacifismo de los cojones me van contando.

Ah bueno, eso sí, todo esto desde el amor y desde el cariño… que casi se me olvida.

Mira… no es por tocar los cojones, pero tengo una depresión de caballo por culpa de un hijo de puta (en realidad, de más de tres si queremos ser realistas, en el libro salen todos y sus porqués), una incógnita tremenda porque hay posibilidades de todo pero aún no sabemos qué va a pasar porque no depende de mí, sino de otros… si lo estoy pasando como el culo y vas a dedicarte a animarme protestando porque no me parte la caja verte con los cascos al ordenador y acaparando la tv con documentales infernales de youtube, apaga y vámonos.

Que sí, que es tu casa todo lo que quieras, pero existo, ¿o qué? Que no hay que saber física cuántica para entender las cosas, coño. Si tenemos que coexistir, pues es lo que hay. Eso sí, se ha tirado el colega un mes para tener pelotas de decirme lo que tenía que decirme… vamos ahorrando tiempo (y llevaba ya una semana en mi furgo y no se había coscao).

Lo que más me inquieta es que las personas egoístas son capaces de tener amigos que se preocupan por ellos y a las personas generosas que nos pasan cosas serias de verdad nos dejan así como tiradas (mentira, amigos sí que tengo, pero no los cuento que me los secuestran). Supongo que tiene que ver con la idea de justificarse unos a otros su parte superficial para poder ignorar toda la parte horrible del sufrimiento que no gusta ver y evitar el resultado proporcional correspondiente de 👋🏻f.

Y luego que por qué no me gustan las personas. Pues porque el concepto de persona murió cuando se puso de moda eso de autojustificar los actos en busca de racionalizar el por qué de las cosas, relativizando la gravedad del problema según el interés turístico, y olvidando completamente el daño fisico, económico, psicológico o emocional que las acciones o palabras causan a otras personas. ¿Para qué? Para echar balones fuera y no tener que ser responsables de las consecuencias de nuestra propia estupidez y que no se repartan las ostias que se van acumulando. Que al parecer, en función de la cantidad de inútiles que apoyen la estupidez causan efecto inverso en el derecho a ostias que puedes dar, pierdes el derecho a ofenderte (mare, prima… que guantá si tu vieras).

Un ejemplo (para aclarar y ya de paso quedarme a gusto):

Total, si como tenía explicación y ya nos ha quedado claro que había razones más que suficientes para quemar dos coches, ¿para qué vamos a obligar a nadie a cumplir condena o resarcir a las víctimas?

Servicio de «Inteligencia» Rural de la GC

Ya tu sabeh: los crímenes sin resolver no venden al turismo, ¿no? Ahí está la ruta misteriosa de Jack el Destripador en Londres… os prometo que si sacamos a relucir los informes policiales, aquí podemos hacer algo parecido mucho más siniestro y macabro.

Estoy mayor ya para hacer amigos y aguantar bobadas, eh… me lo voy notando en los huesos. Inteligencia emocional, los cojones treinta y tres. Pa’ la próxima física cuántica de barrio: pim-pam, a ojométrico de to la vida…